Crecer implica conocerse, descubrir lo que uno es realmente debajo de todas esas capas con las que nos hemos ido cubriendo a lo largo nuestra vida. Aceptar que hay mucho más en nosotros que esa imagen distorsionada y limitada que unas veces encaja mejor que otras de cara a los demás. Y para ello hay que limpiar la mirada, recuperar los sentidos desconectados por tantas interferencias externas.
Para vivir con sentido hay que sentir lo que se vive. Y ésto requiere de tiempo de contacto con uno mismo, sin olvidar que somos en relación a otro ser y a todo lo que nos rodea.
Un trabajo donde ampliar nuestra conciencia y relacionarnos de una manera equilibrada con nuestro entorno, siendo honestos con nosotros mismos
Comentarios recientes